martes, 1 de noviembre de 2016

Dia de muertos en México y leyendas

¡Hola mis queridos lectores! No se si sepan, pero yo soy de México, y el día de hoy se celebra el Día de muertos, así quise hacer esta pequeña entrada cultural donde explico un poco lo que es el día de muertos y como lo celebramos.

Primero, en México, tenemos la creencia que los días uno y dos de Noviembre, nuestros difuntos regresan del más allá, para compartir una cena con nosotros los vivos, así que una de nuestras tradiciones es poner una ofrenda donde ponemos toda la comida que a nuestro difuntos familiares les gustaba en vida, también colocamos, velas, papel picado, calaveritas de azúcar, pan de muerto en lo personal, yo amo este pan.







Mas o menos, así son nuestras ofrendas o alteres el día de muertos.

Otra de las tradiciones, es que el día primero, los niños se disfrazan de catrinas, diablitos y otros disfrazases típicos y salen a pedir su "calaverita" que son en su mayoría dulces, aunque claro, esta tradición se ha ido modificando y ahora los niños se disfrazan de brujas, vampiros y ese tipo de cosas un poco más típicas de Halloween, sin embargo yo disfrutaba tanto esto cuando era niña, recuerdo que en la tarde me disfrazaban y me maquillaban para salir a pedir dulces, íbamos mis papás, mis tíos y mis primos, regresábamos repletos de dulces, sin embargo no los comíamos de inmediato, porque primero comíamos los deliciosos tamales que hace mi abuelita, y más tarde cenábamos chocolate con pan de muerto, en estas fechas yo me la pasaba comiendo y comiendo.

Les voy a compartir 3 de las tantas leyendas que tenemos, en mi caso, mi familia no cuenta leyendas en este día, sin embargo en muchos lugares si, ya que son un poco de terror y esas cosas, así que por eso quise compartirselas, espero que les gusten.

LA LEYENDA DE LA LLORONA:

Es una de las más famosas Leyendas Mexicanas, que ha ha dado la vuelta al mundo, se trata de la de La Llorona, la cual tiene sus orígenes desde el tiempo en que México fue establecido, junto a la llegada de los españoles.

Se cuenta que existió una mujer indígena que tenía un romance con un caballero español, la relación se consumó dando como fruto tres bellos hijos, a los cuales la madre cuidaba de forma devota, convirtiéndolos en su adoración.

Los días seguían corriendo, entre mentiras y sombras, manteniéndose escondidos de los demás para disfrutar de su vinculo, la mujer viendo su familia formada, las necesidades de sus hijos por un Padre de tiempo completo comienza a pedir que la relación sea formalizada, el caballero la esquivaba en cada ocasión, quizás por temor al qué dirán, siendo él un miembro de la sociedad en sus más altos niveles, pensaba mucho en la opinión de los demás y aquel nexo con una indígena podría afectarle demasiado su estatus .

Tras la insistencia de la mujer y la negación del caballero, un tiempo después, el hombre la dejó para casarse con una dama española de alta sociedad. La mujer Indígena al enterarse, dolida por la traición y el engaño, totalmente desesperada, tomó a sus tres hijos, llevándolos a orillas del rio, abrazándolos fuertemente con el profundo amor que les profesaba, los hundió en el hasta ahogarlos. Para después terminar con su propia vida al no poder soportar la culpa de los actos cometidos.

Desde ese día, se escucha el lamento lleno de dolor de la mujer en el río donde esto ocurrió. Hay quienes dicen haberla visto vagando buscando desesperada, con un profundo grito de dolor y lamento que clama por sus hijos.

La culpa no la deja descansar, su lamento se escucha cerca de la plaza mayor, quienes miran a través de sus ventanas ven una mujer vestida enteramente de blanco, delgada, llamando a sus hijos y que se esfuma en el lago de Texcoco.



LA LEYENDA DE LA MANO PELUDA:

Allá por el año de 1908 abundaban en la ciudad de Puebla los llamados Montepíos (casas de empeño). Manejadas por usureros, entre ellos el señor Villa, conocido como “Horta”. Un hombre calvo, bajo y rechoncho con mucho vello en el cuerpo y extremidades. Adoraba llevar las manos repletas de gruesos anillos engarzados de piedras preciosas. Y junto a su esposa “La gangosa”, se encargaba de un Montepío.

Jamás se le conoció alguna obra piadosa por lo que frecuentemente se escuchaba a los transeúntes decir: –“¡Qué Dios te seque la mano!”- al pasar frente a su negocio.

La historia comienza cuando Horta muere y, al parecer, Dios le secó la mano para darle un castigo aunque sea después de muerto.

La noticia de la Mano Negra y Peluda se publicó en el periódico poblano “El Duende”, relacionada con la mano de Horta, pues en la entrevista el sepulturero dijo que la mano salía del sepulcro luciendo un gran número de anillos lujosos engarzados con gemas…

Cada noche, siempre a eso de las 11, una mano negra trepaba por los gruesos muros del cementerio de San Francisco. De forma espectral y siniestra, ascendía cual tarántula, empujada por un poder maligno. Deseosa de saltar sobre su víctima, trepar hasta su cara para arrancarle los ojos y descender al cuello, ahorcando al pobre individuo. Y después volver a descansar junto a los demás difuntos.

La Mano Peluda siguió viéndose durante un tiempo hasta que finalmente desapareció.

Hoy en día hay personas que describen encuentros con estas famosas “Manos Peludas”. Viéndolas atravesar pastizales, asemejando enormes y deformes arañas, o siendo jalados por una mano negra y velluda que se esconde bajo la cama. La describen como una entidad poseedora de fuerza sobrehumana, y más similar a la de un primate, cubierta de grueso pelo negro y perfectamente cortada en el punto en que empieza la muñeca.



LA LEYENDA DEL CALLEJÓN DEL BESO:

La leyenda del callejón del beso surge de la época en la que el Bajío mexicano todavía era ocupado por los españoles quienes se dedicaban a llevar a cabo actividades ligadas a la minería.En uno de los muchos callejones de Guanajuato vivía una familia acaudalada proveniente del viejo continente. La hija del matrimonio (de nombre Ana) era una joven muy hermosa a quien le gustaba asomarse al balcón por las noches para poder observar la luna y las estrellas.

Por su parte, Carlos era un minero que trabajó hasta su vejez en lo que se conoce como la Mina de la Valenciana. Como era de esperarse se trataba de un hombre pobre a quien sólo le alcanzaba para rentar un cuarto. Sin embargo, lo coincidente fue que ese aposento se ubicaba justo enfrente del balcón de la joven española.
Fue un amor a primera vista, pues desde la primera noche en que se miraron a los ojos, quedaron prendados uno del otro. El muchacho no tenía facilidad de palabra, pero le murmuraba canciones románticas. Debido a lo estrecho del callejón, literalmente podrían tocarse uno al otro con tan sólo estirar un poco sus brazos.
Eso les dio la idea de poder darse un beso sin que el padre de la chica los descubriera, pues ustedes no están para saberlo pero Don Emiliano era un hombre de armas tomar que jamás permitiría que su hija siquiera conversara con alguien que no fuera de su misma clase social.

Infructuosamente el plan no funcionó, ya que su papá la descubrió a la noche siguiente y enérgicamente le señaló:

– No quiero que por ningún motivo esto se vuelva a repetir. Te lo advierto, si te encuentro en esta embarazosa situación de nuevo, te juro que te mataré. Prefiero tener a mi hija tres metros bajo tierra que pasar por la vergüenza de ver mi apellido deshonrado.
Ana no creyó la amenaza, pues al saber que ella era hija única, no pensó que su padre llegara a tomar tan grave determinación. No obstante, al día siguiente don Emiliano al percatarse de que su hija de nueva cuenta se estaba besando con el minero, entró a la habitación de la joven empuñando una daga afilada.
Acto seguido el puñal se dirigió al pecho de Ana matándola al instante. Carlos asustado y sin poder hacer nada, salió corriendo de la casa de enfrente para no volver jamás.
Si tienes la oportunidad de conocer esta lindísima ciudad de la República Mexicana, no dejes de escuchar a las personas que noche a noche platican más leyendas de Guanajuato como esta.
Siguiendo con la tradición de la leyenda del callejón del beso debes saber que las personas que visitan el lugar exacto en donde ocurrió este relato de amor, tienen que darse un beso subiendo hasta el tercer escalón de la parte más angosta del callejón (el lugar está pintado de color rojo) para así tener 15 años de felicidad y prosperidad.


Hasta aquí llega la entrada de hoy, espero que les haya gustado, debo aclarar que en cada estado de la República mexicana se celebra de una manera distinta este día, así es como lo celebramos en mi estado y también mi familia y yo, recuerden que sus comentarios me ayudan a mejorar mi contenido, entonces los invito que comenten y se suscriban. ¡Hasta la próxima!

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